Le pese a quien le pese.
Nah, obvio no. Bienvenido. Si estás leyendo esto, felicidades, pasaste la prueba.
Este post es un experimento para ver cuánta gente nos lee en Facebook y cuánta gente simplemente comenta sin entrar al post. Sospecho que es mucha.
No eches a perder la sorpresa. Si ves a alguien en los comentarios enfurecido o feliz por este título y esta foto, sólo ignóralo y comenta debajo de él un “ah va”. Esa será nuestra clave.
Si disfrutas estos posts que he escrito diario, también te invito a abrir una cuenta de Medium, porque este es el último post que compartiré en Facebook. Seguiré publicando, pero ya no compartiré en aquella plataforma porque no me gusta ni la respeto.
Necesitaba crecer los números de este Medium, así que por eso publiqué un par de semanas por allá, pero los números han hablado y el algoritmo de Facebook no ha mejorado. Incluso creo que ha empeorado.
Posts honestos, divertidos o personales, apenas alcanzan las 20,000 interacciones (en una página con casi medio millón de followers), mientras que los posts controversiales (como el de las feministas o el niño comunista) alcanzan, fácil, el doble. Estos son mis posts menos favoritos de escribir.
Ah, pero los memes, esos son los reyes de la plataforma, quizá porque no requieren de mucho tiempo de engagement (te ríes, compartes y puedes seguir consumiendo publicidad) y porque no invitan al usuario a salir del sitio.
Siento que hablo mucho acerca de los efectos nocivos de las redes sociales en la salud mental y en las conversaciones que tiene la gente, pero ahora tengo la evidencia para alejarme de esa conversación.
Siento que renuncio a una red social cada semana. Esperen pronto nuestra partida de Pinterest.
Bromeo, pero ese es un problema. Antes el Internet se sentía como este nuevo mundo sin explorar, lleno de posibilidades. Ahora es un sistema totalitario controlado por tres corporaciones que te vigilan a cada paso y te cambian tu salud mental por publicidad.
Quisiera poder llevarme a todos mis amigos fuera de esa red que promueve activamente el conflicto y la falta de pensamiento crítico, pero yo no puedo tomar esa decisión por ellos, y parece que entre más fuerte les grito que su adicción los está volviendo tontos, más duro se quieren quedar.
Yo no les puedo robar su destino, ellos tendrán que tomar esa decisión por su cuenta.
Pero mientras, yo me alejo de esa plataforma. Seguiremos publicando videos (porque monetizan jeje) y de vez en cuando otro clicbaitazo, como el de FRENAAA, porque me encanta ver crecer el fuego cuando yo tiré el primer cerillo.
Tampoco creo que sea un problema únicamente de redes, creo que se está esparciendo al público en general y la forma en la que consumimos contenido en la vida real. Apenas leí una entrevista de Slavoj Zizek donde, desesperado, denunciaba a su editorial porque él sólo quiere escribir de Hegel y lo obligan a escribir de temas políticos que ni siquiera le importan. Decía “people just want bullshit politics.”
Pero que quede bien claro, esa página de Facebook y esos grupos con el nombre de Migala no son mi comunidad. La raza comenta mierdas bien ofensivas, que si se vieran en la calle no tendrían el valor de comentar. Apenas ayer tuvimos que correr a un vato de la comunidad bonóbica porque vino a decirme EN MI CARA que soy un pendejo. Y pues no, aquí no, morro.
Aquí no es Facebook, pero si estás dispuesto a amar a tu prójimo y compartit cosas chidas, pásale:
https://discord.gg/7n5Mddu
Nos acercamos al final del post y aquí quiero jugar otro experimento. Si estás leyendo esta parte, ¿te puedo pedir un favor? ¿Puedes comentar el post original de Facebook? Tienes dos opciones, comentar “Al chile sí perros” o “Uy Hobbit, no sé”. Vamos a ver cuantos “ah va” recibes de gente que entró pero no leyó completo el post.
¿Qué le está haciendo esta plataforma a nuestra capacidad colectiva de atención? Me preocupa, en serio. Pero también creo que, como en cada especie, la cantidad de seres humanos fallidos siempre ha sido inmensamente superior a la de seres humanos saludables. La evolución toma todos los caminos y sólo unos cuantos de ellos prosperan.
La selección natural cree que tiene todo bajo control, pero nosotros tenemos un as bajo la manga. Cuidemos nuestra atención, demostrémosle a esa perra quién manda
Pásale a la comunidad bonóbica: https://discord.gg/7n5Mddu
